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Jueves, 28 Junio 2018 13:52

Sigue la vida: Recuerdos de un científico V

Miguel Vicente
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Establecimiento del ciclo completo del cultivo del olivo en el tubo de ensayo utilizando embriones como material de partida Establecimiento del ciclo completo del cultivo del olivo en el tubo de ensayo utilizando embriones como material de partida L.A. Cañas, L. Carramolino and M. Vicente. 1987. Vegetative propagation of the olive tree from in vitro cultured embryos. Plant. Sci. 50: 85-90

Con los años lejos de ser el anciano respetable y bondadoso que yo me esperaba, me he convertido en un viejo resentido y antipático, pero no me importa porque ya puedo opinar lo que me apetece. Miguel Vicente


Recuerdo 5: Instrucciones para perder el tren (de la biotecnología)

“Todos los olivos habría que arrancarlos”. Opinión que mientras me entrevistaba en 1987 manifestó una eminencia científica.

Vaya por delante que hoy por hoy el CNB me parece el mejor centro de investigación del CSIC en el que entre otros importantes temas se puede trabajar en Microbiología Molecular como la que yo mismo hago. Este tipo de alabanza al principio de un texto precede a veces a una larga lista de agravios que un investigador acumula sobre su lugar de trabajo a lo largo de los años, pero no va a ser así. Lo que escribo a continuación es no obstante una visión personal de los orígenes del CNB en la que me he dejado guiar por lo que recuerdo de episodios que he vivido y no pretendo que coincida con la historia oficial, es más puede que esté equivocado, y solo diré en favor de lo escrito que lo viví así.

Ingeniería Genética en el CISC.
Ya conté que al volver de mi postdoctoral en Edimburgo llegué entusiasmado con lo que se vislumbraba que nos permitían hacer las nuevas tecnologías genéticas y traté de convencer de ello a mis vecinos de laboratorio en el CIB. No siempre tuve éxito, pero como para mí el camino a seguir era claro, persistí en el intento. A los pocos años me vi embarcado en coordinar una acción, el programa Ingeniería Genética financiado por el CSIC cuyo objetivo era extender el uso de las técnicas de manipulación del ADN en el tubo de ensayo. No me pareció tener muchos méritos para hacerlo, quizás el único que tenía era el que no me llevaba mal con ninguno de los otros participantes. Pero como siempre he padecido el “síndrome del Puente sobre el Río Kwai” me esforcé en hacerlo lo mejor que pude

En 1981 fui a Valencia acompañando al grupo de teatro “El Carro de Heno” y me alojó Enrique Herrero en su piso. Enrique trabajaba entonces con Rafael Sentandreu en la antigua Facultad de Farmacia en la calle Blasco Ibáñez. De la visita al laboratorio de Sentandreu surgió el dar en 1982 un curso teórico práctico en el departamento de Microbiología, y de lo que al acabar comenté sobre ese curso a Jesús Sebastián, miembro entonces de la Comisión Científica del CSIC, nacieron las Cursos Prácticos de Ingeniería Genética. Con la financiación del programa del CSIC, que conseguía con gran celeridad ya que Jesús Sebastián (llamado “Jesús del Gran Poder”) era de lo más expeditivo y de inmediato me decía sí o no al programa de curso que le proponía los cursos llegaron hasta su sexta edición. El primero en 1983 se realizó en Biomédicas de Madrid, el antiguo instituto de Enzimología de Alberto Sols. El último, enfocado a la biotecnología de plantas se impartió en Barcelona en 1988.

El Centro que no fue.
Se hablaba ya desde 1982 sobre establecer un centro nacional para no perder el tren de la Biotecnología, un tren que a algunos nos parecía que hacía ya varios años había salido de la estación. Mientras países como los Estados Unidos ya habían hecho un profundo análisis de los beneficios de la Biotecnología, en España se seguía debatiendo sobre qué era eso. Una discusión que propiciaban en primer lugar quienes no querían ser excluidos de lo que erróneamente creían iba a ser una copiosa fuente de financiación para todos. Por otro lado a nivel gubernamental un par de ministerios al menos querían ser proclamados sus únicos y exclusivos estandartes. Antes de las elecciones que llevaron a la mayoría del PSOE ya se había convocado una reunión en el Ministerio de Industria en la que un insigne investigador tras escuchar las propuestas acabó concluyendo que si se repartían entre los asistentes todo lo que los políticos creían prioritario nos correspondían tres o cuatro temas a cada uno.

 Informe Biotec

Informe de la Oficina de Evaluación Tecnológica sobre las potencialidades de las nuevas biotecnologías elaborada para el Senado Norteamericano y publicado en 1982.

Al llegar el PSOE al gobierno mucho mejor no nos fue, pero al menos nos enterábamos un poco más. Si algo se había adelantado por la UCD en establecer un centro de Biotecnología debió de quedar archivado y por lo que apostó el nuevo gobierno fue por intentar que un centro que planeaba abrir la ONUDI se estableciese en España. La propuesta, que algunos críticos calificaron como improvisada, pretendía aprovechar la teórica ventaja que ofrecía el que una de las reuniones para decidir en dónde establecer el centro se celebraba en Madrid en el verano de 1983. A pesar de que el gobierno del PSOE intentó según se dice movilizar a favor de una sede en España hasta a la dictadura argentina, el Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología acabó por establecerse en dos sedes, Trieste y Nueva Delhi.

A mí se me había encargado reunir en el lugar donde se hizo la reunión, los posters con las contribuciones de los grupos españoles que quisieron mostrarlas. Una de las razones esgrimidas para elegir España como sede se dijo que era la excelencia de los numerosos grupos de los que alardeaban nuestros responsables de política científica. Fue al final otro de mis fracasos para añadir a mis recuerdos. Aparte de que carecía de los medios para mostrar de forma homogénea y atractiva los posters que se presentaron, nadie me advirtió que el público iba a estar más interesado en la política que en ver los resultados de proyectos de investigación. Qué decepción, un desfile de personas muy serias que camino al salón ni se pararon medio minuto a mirar un solo poster. Intenté persuadir a los responsables de la política científica de que podíamos de todas formas avanzar hacia un centro nacional si se establecía como primer paso un centro virtual que coordinase como poco a los integrantes del programa del CSIC. Me dieron las gracias de esa forma que suelen hacer los políticos cuando algo no coincide con sus planes.

¿Una colección de Centros?
Acabado el programa inicial del CSIC, le siguió el Programa Temático con el mismo objetivo científico y entre 1985 y el verano de 1989 también lo coordiné. En mi visión un poco sarcástica, para participar en el primer programa del CSIC era suficiente con tener una enzima de restricción en la nevera, para participar en el segundo programa temático ya era necesario haberla utilizado.

En esos años leyendo las noticias publicadas en la prensa parecía como si se fuesen a establecer dos centros de biotecnología diferentes, y cada uno trabajaría en temas distintos. ¿Un súbito deseo de catapultar la investigación española en biotecnología? Fue que no, que lo más probable era que cada periodista recibía diferente información coincidente con los objetivos políticos de los ministerios competidores, ya fuese industria o educación, según donde ejerciese el político entrevistado. En el otoño de 1986 Jesús Sebastián, en ese momento ya Vicepresidente del CSIC, reunió a un grupo de investigadores con el propósito de que el centro que se crease se adscribiese al CSIC, es decir al área de educación. Lo tomamos, cómo no, con ilusión, pero la alegría no podía ser total, pronto quedó claro que el marco administrativo del futuro centro no podía parecerse demasiado a lo que la mayoría de nosotros había conocido en centros de investigación de otro países más avanzados en los que habíamos trabajado. Se nos dijo que el centro “no podía ser una isla en el país”. Y esto quedó bien demostrado en la práctica a la hora de mantener en su puesto a Michael Parkhouse el director británico al que tras numerosas y celtibéricas peripecias, se dice que hasta con informes de sicólogos, se había elegido.

A este contratiempo le siguieron, hasta 1992 el momento cuando se abrió el CNB otros varios. Desde la necesidad de reforzar los cimientos del edificio cuando se intentó añadirle una planta para albergar un grupo inicialmente no previsto, hasta otro cambio de director que ocurrió sin que el centro se hubiese puesto realmente en marcha Por no mencionar los cambios de los investigadores que se quería incorporar al centro e incluso aquéllos que cambiaron de opinión un par de veces. Mientras tanto el tren se iba alejando por la vía y cada vez era más difícil verlo a lo lejos.

 

 

 

REFERENCIAS Y ENLACES

- El Puente sobre el río Kwai
https://es.wikipedia.org/wiki/El_puente_sobre_el_r%C3%ADo_Kwai

http://www.madrimasd.org/blogs/microbiologia/2011/08/01/131351

- Grupo de Teatro “El Carro de Heno”
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1981/01/24/070.html

- ONUDI, UNIDO: Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial
https://es.wikipedia.org/wiki/Organización_de_las_Naciones_Unidas_para_el_Desarrollo_Industrial

- El Centro Internacional de Ingeniería Genética y Biotecnología de ONUDI
https://elpais.com/diario/1983/09/08/sociedad/431820002_850215.html
https://www.cell.com/trends/biotechnology/pdf/0167-7799(90)90210-O.pdf

- Pactos con Argentina
http://www.publico.es/espana/gobierno-felipe-gonzalez-oculto-pactos.html

- Algunos trances del incipiente CNB
https://elpais.com/diario/1988/12/21/sociedad/598662001_850215.html

https://elpais.com/diario/1992/07/04/sociedad/710200805_850215.html

https://elpais.com/diario/1992/07/10/sociedad/710719205_850215.html

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Recuerdo 6: Mi gran aventura en el desierto