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Lunes, 26 Abril 2021 09:45

Propiedad intelectual en ciencia: la importancia de preservar el conocimiento generado en el laboratorio

Anna González
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El Día Mundial de la Propiedad Intelectual es el 26 de abril, un buen momento para recordar a estudiantes e investigadores la importancia que tiene la salvaguarda y preservación del conocimiento generado en los centros de investigación públicos y universidades, y en general, el valor de la propiedad en todos los ámbitos en los que haya creación intelectual, como en el STEM.

La innovación tiene un altísimo valor para la industria en general, y la biotecnología en particular, pero a veces es la gran desconocida del sector, por eso es importante reivindicar este día en lugares como el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), un centro de investigación que siempre ha tenido entre sus valores de responsabilidad social la apuesta por transferir a la sociedad sus investigaciones y los conocimientos generados, promoviendo así el avance de la sociedad gracias a la Ciencia. En el caso del CNB, estos avances se centran en los campos de la biomedicina, la agricultura, o las mejoras medioambientales.

Protección intelectual: recuperar la inversión y reconocimiento social mejorando la vida

Por eso es necesario que los resultados de las investigaciones se protejan, para recuperar la inversión económica de la sociedad en la investigación y también para poner en valor y reconocer el duro trabajo de los investigadores de I+D+I, que a veces, no reciben todo el reconocimiento social que debieran.

Cristina Merino, responsable de la gestión de la transferencia del conocimiento científico del CNB, nos recuerda que “esos resultados a proteger se pueden hacer mediante patentes, pero también con otras formas de propiedad industrial, como copyright, secreto industrial...”, analizando previamente el tipo de propuesta y modelo comercial que se quiera llevar a cabo y el conocimiento generado a partir de la investigación. Además, no hay que olvidar que se debe fomentar el contacto de los centros investigadores con empresas y potenciales inversores, para conocer las necesidades del mercado y la sociedad, una de las claves de la transferencia.

Patentes, la forma más común de proteger, también en Biotecnología

El sector biotecnológico avanza con muchísima rapidez, pero su retorno económico puede ser muy largoplacista. Así, la propiedad industrial (la patente, por ejemplo) es clave para garantizar la vuelta de la inversión realizada en investigación y desarrollo desde las universidades y centros públicos de investigación. De hecho, la protección de la propiedad industrial más común en este sector es, precisamente, la patente, que logra que los frutos de centros investigadores puedan ser disfrutados por la sociedad mediante las licencias a empresas científicas o a través de la creación de spin-offs o alianzas estratégicas con empresas.

De esta forma, la población no sólo mejora su vida con avances y desarrollos científicos de las universidades y centros de investigación mediante aplicaciones prácticas en su vida cotidiana, sino que estas licencias reportan beneficios a la investigación, tanto económicos como en la transformación y prosperidad social, además de la satisfacción personal de ver la utilidad del esfuerzo de los trabajos de investigación.

Hitos del CNB: detector de gluten, productos de interés sanitario durante la pandemia,

Un ejemplo es la licencia del sistema de detección de gluten en productos alimentarios para evitar problemas a celíacos, elaborado hace dos décadas por el CNB e implantado internacionalmente con un altísimo grado de fiabilidad: sin duda, un caso más de retorno de la investigación que además, se usa ampliamente en la sociedad. El ejemplo más actual del CNB, en el marco de la pandemia, es la colaboración de varios grupos del centro en el desarrollo de un test serológico con una fiabilidad cercana al 100%. También destaca, en colaboración con otros centros del CSIC, la plataforma para el cribado masivo de compuestos antivirales contra el SARS-CoV-2 y el desarrollo y validación experimental de sistemas de esterilización y descontaminación para la inactivación del SARS-CoV-2. Pero además, la investigación más conocida por el gran público y los medios de comunicación en esta crisis sanitaria es la de la búsqueda de candidatos vacunales en diversos laboratorios del centro: el laboratorio de coronavirus liderado por Luis Enjuanes e Isabel Sola, que investiga el desarrollo de un candidato a vacuna contra el SARS-CoV-2 basada en replicones no infectivos y el laboratorio de poxvirus y vacunas, liderado por Mariano Esteban, que desarrolla un candidato a vacuna contra el SARS-CoV-2 basado en el vector MVA no replicativo expresando diversos antígenos virales.

Difusión de los avances

Por último, hay que recordar que el objetivo de la transferencia es que el conocimiento sea usado en la práctica, que se transfiera del laboratorio y la institución educativa al entorno socioeconómico, como cuenta Merino, y que esto se hace protegiéndolo previamente para que luego las empresas puedan comercializarlo. Por ello, es imprescindible la labor que se realiza en las oficinas de transferencia y, cada vez más, la de los eventos de networking y divulgación de estos resultados científicos, algunos de ellos, fruto de la investigación básica.